Tengo entendido que mañana es el día en que entra en operación el concesionario que firmó un contrato por 25 años con el municipio de Zapotlán El Grande para hacerse cargo de la recolección y disposición de la basura doméstica de nuestro municipio.

Como lo he dicho en comentarios anteriores, y muchas personas expertos y no del tema estarán de acuerdo conmigo, esta concesión se hace en medio de un ambiente turbio, poco claro y donde se dejan ver intereses que están muy lejos de los intereses públicos.

Recordemos el contexto:

¿Problemas de salud pública?
De acuerdo a documentos oficiales, la concesión se justificó, entre otras cosas, con un supuesto “problema de salud pública, debido a la elevada acumulación de basura en las calles”, y con esto, se “rompería la cadena de generación de agentes transmisores de enfermedades”(1). De acuerdo con el mismo documento, “actualmente el municipio enfrenta problemas de salud pública ante la elevada acumulación de basura en la vía pública”(1). Lo que no se reconoce, es que dicha “acumulación de basura en las calles”, fue provocada por la ineficiencia del propio ayuntamiento, y tampoco se pudo encontrar ningún documento o alguna referencia de la Secretaría de Salud Pública, con el detalle de los problemas de salud pública a los que se hace mención. No se listan enfermedades, no se manejan casos, números, estadísticas de enfermedades… Tampoco fue encontrado en la prensa de esos días un brote o indicios de alguna epidemia. Pero sí sabíamos de la molestia que causó cuando a la nueva administración le costó trabajo tomar esa responsabilidad.

¿El municipio carece de recursos?
El 8 de marzo del 2016, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET), realizó una inspección al relleno sanitario donde se documentaron observaciones para mejorar sus condiciones y regularizar su situación ante las disposiciones estatales y federales, y es precisamente esta inspección, un argumento más para la concesión. De acuerdo al mismo punto de acuerdo con la iniciativa presentada por regidores de diversas comisiones (2), el ayuntamiento “carece de recursos financieros” para “solventar las deficiencias de operación” del relleno.
Sin embargo de acuerdo al reporte expedido por la propia SEMADET, hay algunos señalamientos de carácter administrativo que se deben corregir, y en un párrafo donde indica las medidas correctivas urgentes, señala: “se deberá construir un sistema que garantice la captación y extracción del lixiviado”, y pone un plazo “en 30 días hábiles contados a partir de día del levantamiento del acta” (3). Cabe hacer el señalamiento que al leer el documento completo, da la sensación de que el relleno sanitario opera en condiciones dentro de la normativa, salvo esa única corrección, que el propio ayuntamiento debió corregir, y que hoy, a más de 14 meses de la revisión, aún no se corrige.
De acuerdo a una cotización de un proveedor de membranas, construir ese sistema que exige la secretaría, no costaría más de $300,000 que según el punto de acuerdo, no los tiene el ayuntamiento.
El resto de los considerandos, es un larguísimo comercial de la concesionaria, haciéndonos creer que ninguna otra empresa del mundo es capaz de manejar los residuos como ellos lo hacen.

Sí pagaremos más por el servicio.
De acuerdo a los documentos que tengo en mi poder, la concesión implica un costo mensual para el ayuntamiento de $1’833,000, por los siguientes 25 años, (pudiendo ser 50 años (4)) costo que es dos millones de pesos más caro por año, que la operación a cargo del ayuntamiento, lo que implica que los zapotlenses sí pagaríamos más dinero por ese servicio, por medio de nuestros impuestos, derechos y multas.
Además, de acuerdo al contrato de la concesión, el costo del servicio aumentará anualmente “en la misma proporción que el índice nacional de precios al consumidor, más el 1%. (5) Lo que implica que al término del contrato, el pago por los servicios será proporcionalmente 25% más costoso que ahora.

Los van a despedir.
Pero un asunto no menos importante, es el destino de los trabajadores del departamento de aseo del ayuntamiento. Un equipo de más de 70 trabajadores de recolección y del relleno sanitario, a quienes se les ha presionado para que renuncien a sus puestos de trabajo para ser contratados por la concesionaria. Aunque en público, se ha registrado que el propio alcalde ha declarado que los trabajadores tienen la libertad y el derecho de permanecer como empleados del ayuntamiento, y serían reubicados en caso de no aceptar la nueva oferta de trabajo, se sabe, por una rueda de prensa y por los propios trabajadores, que han sido presionados y amenazados no sólo por la presidencia, sino por sus propios líderes sindicales.
Y es que el tema no es menor, el plantel es un grupo de trabajadores que han acumulado muchos años de antigüedad como empleados municipales y dudan, con justa razón que una empresa particular vaya a aceptar pagarles los derechos que han acumulado con los años. Temen que no se les reconozca sus antigüedades y que pierdan la seguridad que sienten al ser empleados del ayuntamiento.
Por más que se les ha querido vender la idea de que sería una mejor opción de trabajo, al mismo tiempo que se les ha repetido que si no son ellos, serían otros los trabajadores que se irían a la concesionaria, los trabajadores hasta el día de hoy han mostrado una postura llena de dignidad y de respeto, que contrasta con la inmediatez con la que el fugaz ayuntamiento pretende borrarlos de un plumazo.
No nos sorprenda que en estos días, los trabajadores del departamento de aseo sean despedidos, y sus indemnizaciones sean nuevos abusos y faltas de respeto. Espero equivocarme, pero ya nos hemos dado cuenta de la doble cara y la falsa moral de quienes hoy ostentan la administración municipal y seguramente no tendrán ningún impedimento para apuñalarlos por la espalda.

Es uno más de sus negocios.
No hay, lo he dicho en otros comentarios, ninguna evidencia, ningún documento, ningún registro de que las comisiones edilicias responsables hayan hecho un análisis profundo de la problemática. No se ha demostrado que las capacidades del ayuntamiento hayan sido efectivamente rebasadas, ni siquiera se han documentado las características del concesionario que lo hace único como para no convocar a una licitación pública abierta. No se evaluaron otras opciones, al menos no públicamente, y aunque seguramente estarán protegidos legalmente, hay un evidente rastro inmoral en esta operación. Es uno más de los negocios que se hacen entre los particulares al amparo de la administración pública. Estos días se consumará uno más de los atracos de este ayuntamiento, y estoy seguro de que más pronto que tarde, será demostrado por la justicia o por la historia. Al tiempo.

(1) Punto de acuerdo, página 4, Considerandos, puntos 2 y 3.
(2) Punto de acuerdo, página 4, Considerandos, punto 5.
(3) Oficio SEMADET: PROEPA DIVA-061/2016
(4) Contrato de concesión, página 6, Capítulo I, Disposiciones generales, Tercera. Vigencia de la concesión.
(5) Contrato de concesión, página 13, Capítulo V, Contraprestación, Décima tercera. Contraprestación.

por Alejandro Barragán