Elementos del Ejército Mexicano arribaron ayer a Colima para tomar el control la Secretaría de Seguridad Pública y las policías municipales, a fin de abatir la violencia, que se ha incrementado en meses recientes en el estado gobernado por el PRI.

El Ejército Mexicano tomó ayer el control de la seguridad en Colima a fin de frenar la violencia. La entidad sigue siendo proporcionalmente la más violenta del país, con 381 asesinatos en el primer semestre, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), informó el gobernador Ignacio Peralta Sánchez.

En rueda de prensa, el mandatario precisó que las fuerzas armadas controlaran con operaciones especiales la Secretaría de Seguridad Pública estatal y las policías municipales. Los soldados se concentrarán principalmente en Manzanillo, Armería y Tecomán, donde se reportan los mayores índices delictivos.

En febrero pasado, unos 500 efectivos del Ejército Mexicano se hicieron cargo de la seguridad en el municipio de Tecomán. Peralta Sánchez recordó que a raíz de esa experiencia se solicitó a la Federación una segunda intervención militar. Yo vi al general (Salvador) Cienfuegos (titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Sedena) la semana pasada, en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago); ahí platicamos y él se comprometió a dar apoyo, respondió.

Rechazó dar detalles de la operación militar. Se tienen claras las zonas y rutas prioritarias. Ahí se tendrá presencia (del Ejército). La estrategia apenas la vamos a diseñar, añadió.

La Sedena, explicó el gobernador, no tiene suficientes efectivos para mantener presencia permanente, como lo hizo durante algún tiempo en Tecomán, donde el resultado fue un fracaso.

Desde noviembre de 2015 los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se disputan las rutas de trasiego de drogas, según confirmó ese año el entonces gobernador Mario Anguiano.

A partir de ese año los homicidios en Colima alcanzaron cifras históricas. De 2012 a 2016 aumentaron de 287 a 607, de acuerdo con las estadísticas del Sesnsp.

Entre los asesinatos más recientes destaca el de Daniel Cortés Carrillo, director de la comisión de agua y alcantarillado de Manzanillo, ultimado a balazos cuando estacionaba su automóvil cerca del domicilio de sus padres, en la calle 5 de la colonia Infonavit de esa ciudad.

Juan Manuel Cobián Venegas, maestro de la Universidad de Colima, fue asesinado en su vehículo el 8 de agosto en la calle Miguel Santana de la colonia Tepeyac, municipio de Tecomán. La institución educativa condenó este hecho, exigió parar la violencia y aclarar todos los homicidios perpetrados en el estado.

El pasado primero de mayo se cometieron en Manzanillo cinco asesinatos en tres horas.

En cuanto a los feminicidios, la Secretaría de Gobernación emitió en junio pasado la alerta por violencia de género para cinco municipios donde habían sido asesinadas 19 mujeres hasta abril de 2017; después de esa alerta se perpetraron otros 12 crímenes, para un total de 31 hasta julio.

Asimismo, desde noviembre de 2016 han sido asesinados 11 agentes, uno de ellos, César Graneros Barreto, adscrito a la policía estatal preventiva, fue acribillado por sujetos que llegaron al hospital donde vigilaba a un detenido en febrero pasado.

En San Luis Potosí, el secretario de Gobierno, Alejandro Leal Tovías, anunció que en breve la administración estatal solicitará a la federal más agentes para hacer frente a la disputa entre grupos del crimen organizado por el control del estado.

Además, dijo, el gobierno potosino fortalecerá su política de seguridad pública. En 15 días iniciará operaciones la Fuerza Metropolitana, cuya integración lleva un avance de 90 por ciento.

El funcionario mencionó que después de que varias personas han sido colgadas de puentes de la capital potosina, el gobernador Juan Manuel Carreras López convocó a una reunión urgente en instalaciones militares, donde se diseñaron estrategias de combate al crimen organizado con nuevos esquemas de inteligencia y jurídicos.