Comunidad de Oaxaca nombra todas sus calles y edificios públicos en idioma Ixcateco

Comunidad de Oaxaca nombra todas sus calles y edificios públicos en idioma Ixcateco

calles y edificios públicos en idioma Ixcateco

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Equipo que realizo la azaña

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Comunidad de Oaxaca nombra todas sus calles y edificios públicos en idioma Ixcateco
calles y edificios públicos en idioma Ixcateco
Equipo que realizo la azaña

De las 68 lenguas que perviven en México, en Oaxaca son habladas 16 de ellas. La hermosa Oaxaca, matrona y de una intrincada orografía, guarda celosamente numerosos grupos étnicos en sus sierras, como a los mixes, el pueblo jamás conquistado.

Este estado es como una hermosa caja que para México ha significado el resguardo de culturas ancestrales. En la comunidad de Santa María Ixcatlán, desde antes de la colonización existía un señorío, su lengua, el ixcateco, es una de las más antiguas de Oaxaca.

Hoy esta está perdiéndose, en parte por la migración de los jóvenes que luego suelen abandonar sus raíces. Según datos del mismo INALI en 2010 quedaban solo 21 hablantes de ixtateco, lo anterior pues se cree que solo en la comunidad de Santa María Ixcatlán es hablada esta lengua, aunque no por todos sus miembros. Un nuevo proyecto busca reivindicar el valor de Ixcateco para sus pobladores a partir del “paisaje lingüístico” del sitio. Pocas veces caemos en cuenta del enorme valor cultural que conlleva la manera en que nos referimos del espacio público, por ello, al dar el nombre de las calles y edificios públicos en lengua ixcateca se está propagando su importancia desde lo más cotidiano, la calle.

Hoy esta está perdiéndose, en parte por la migración de los jóvenes que luego suelen abandonar sus raíces. Según datos del mismo INALI en 2010 quedaban solo 21 hablantes de ixtateco, lo anterior pues se cree que solo en la comunidad de Santa María Ixcatlán es hablada esta lengua, aunque no por todos sus miembros. Un nuevo proyecto busca reivindicar el valor de Ixcateco para sus pobladores a partir del “paisaje lingüístico” del sitio. Pocas veces caemos en cuenta del enorme valor cultural que conlleva la manera en que nos referimos del espacio público, por ello, al dar el nombre de las calles y edificios públicos en lengua ixcateca se está propagando su importancia desde lo más cotidiano, la calle.

El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) en mancuerna con el titular de la Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI) han inaugurado recientemente este proyecto llamado “Paisaje Lingüístico”. Con este se busca la atención de los habitantes para que se familiaricen con esta lengua que podría perderse si las nuevas generaciones no encuentran valor en ella. Afortunadamente, este es un primer paso de conservación que abarca toda la infraestructura de la comunidad.

Hace más de 500 años, antes de que los europeos llegaran a tierras americanas, las preferencias sexuales se trataron en Mesoamérica de manera mucho más natural que en Occidente. Es decir, simplemente se aceptaba que había otros géneros más allá del dictado por el cuerpo físico; había quien se sentía mujer siendo físicamente hombre, o viceversa, o, simplemente, se sabía que algunos sentían atracción por el mismo sexo.

La palabra nahua, xochihua significa literalmente “el que porta la flor”, y según la versión de Fray Bernardino de Sahagún “El xochihua se vestía como mujer, hablaba como mujer, corrompía, confundía y engañaba a las personas y poseía la flor”. Es decir, era un especie de travesti en el mundo mexica.

Luego de la colonización, en el siglo XVI nacieron en el Istmo de Tehuantepec, específicamente en Juchitán, Oaxaca, las muxes, zapotecas que son los dos géneros sin que ello cause escándalo alguno. Y, de hecho, tienen un rol social importante, ya que hacen labores asignadas para las mujeres, y suelen quedarse en el hogar a cuidar de los padres cuando son ancianos.

La diversidad sexual, así, se ha practicado en México desde tiempos prehispánicos, un reconocimiento que se dio de manera orgánica a una pluralidad que ha existido desde siempre.

El mundo de las muxes, desde luego, ha generado expectación y asombro en todo el mundo, y por ello se documenta constantemente, como una manera de inducir al mundo, por medio de una cultura milenaria, a la inclusión de la diversidad sexual a la que tanto miedo hemos tenido, como a todo lo que sale de la “norma” social.

 

 

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