Esclavitud en pleno siglo 21, cientos de miles de indígenas desterrados de sus tierras con la falsa promesa de un trabajo digno. Llegan a Jalisco o Michoacan para trabajar sin contratos de trabajo y sin prestaciones de ley. Durmiendo muchas veces a la intemperie, sin comida pero con mucho alcohol y cristal.

Los alcaldes como el de Sayula Jalisco vendidos al crimen organizado se mofan incluso de la población lanzando amenazas como las de "no pidan tanto, ya ven como son los de Michoacan" haciendo alusión a que todos los empresarios son presuntamente narcos.

Los cañones antigranizo no paran, los empresarios agrícolas se mofan sin cesar de la población, la población no puede levantar la voz por miedo a represalias. Hay mucho muerto, cientos de desaparecidos, pero nadie puede decir nada. El crimen organizado de el cartel del aguacate, berries y hortalizas controla todo.

Sobre progreso no se puede hablar, no existe, los bosques han sido talados, los mantos acuíferos  explotados sin medida. El nivel del piso ha bajado hasta 10 metros en algunos municipios por el uso indiscriminado de la agua del subsuelo.

La flora y fauna esta prácticamente extinta. Las pocas lluvias que caen, terminan deslavando los cerros pelados provocando inundaciones en los pueblos y convirtiendo en desierto lunar lo que antes eran selvas y bosques.

Los empresarios son de estados unidos, españa y europa. Siempre los mismos, siempre el mismo resultado, explotación infantil, sangre, drogas, narcocorridos. Callate o te mato...