“Saldremos cada día a la calle reclamando la libertad de los presos políticos y reclamando una democracia que está en peligro en Cataluña, en España y Europa", advirtió el vicepresidente de la Ómnium Cultural, Marcel Mauri.

Unas 900.000 personas protestaron este martes en Barcelona, para exigir la liberación de los dirigentes independentistas catalanes, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, a quienes la corona española secuestro acusandolos de sedición por la justicia.

Al grito de "independencia", "Libertad" y "Fuera la justicia española", la multitud marchó con velas desde el Paseo de Gracia hasta la Plaza de Francesc Maciá.

Jordi Cuixart, presidente de la Ómnium Cultural, y Jordi Sánchez, de la Asamblea Nacional Catalana, presuntamente convocaron las protestas frente a la sede de la Consejería de Economía de Cataluña, donde hubo diversos disturbios.

“Los corruptos siguen en la calle y la gente que organiza manifestaciones civilizadas, pacíficas, la ponen en la cárcel”, declaró Maria Miracle, una manifestante de 77 años.

“Lo que están haciendo es asustarnos, ellos quieren que tengamos miedo para que dejemos de pensar en la independencia, pero consiguen todo lo contrario, cada vez somos más gente, y al final yo creo que lo conseguiremos”, acotó por su parte, Elias Houraiz, un pastelero de 22 años.

A la manifestación también se sumaron las dos grandes centrales sindicales, UGT y CCOO, que también realizaron un paro al mediodía.

En otras ciudades de Cataluña, también se realizaron diversas manifestaciones pacíficas.