Se les acabo el Chayote a los medios vendidos

Se les acabo el Chayote a los medios vendidos

De nuevo tenemos a los escribidores anti AMLO, que hoy redactan con sutileza sus diatribas para no dar tanto vuelo “chayotero” a su “libertad de expresión”, simulando una imparcialidad inexistente. Un hecho es que la crítica sana y objetiva es absolutamente necesaria y forma parte de la evolución democrática, pero demuestran sus verdaderas intenciones en títulos como el hoy expuesto en esta sección de columnas, donde subliminalmente  se culpa a la impostergable política de austeridad que aplicará AMLO, como la causa de despidos arbitrarios y recortes financieros que habrán de llevar a cabo los medios nacionales para sobrevivir sin su “chayote”, luego de que estuvieron mamando del presupuesto federal acostumbrados a su chichi por décadas. Inconcebible derroche inmoral designado a la publicidad a favor de sí mismo, del régimen autocrático que tanto daño hizo a México.

Como muestra un botón: Peña Nieto y Nuño despilfarraron 1900 millones de pesos—esto merece una auditoría a la SEP de Nuño antes de que éste escape del país-- para que los medios afines a sus políticas trataran de convencer a los mexicanos por sus pantallas y periódicos que la Reforma Educativa debía imponerse a como diera lugar, cuya redacción se sabe hoy fue basada en un origen político mediocre, mal intencionado e ineficaz, sin la promoción de un real avance de la educación nacional, asegurando no obstante en sus spots que “era una maravilla que sacaría a nuestros niños y jóvenes del rezago educativo”.

Una gran falacia como la mayoría de las acciones llevadas a cabo por los gobiernos neoliberales cuyo resultado lo podemos reducir a que la riqueza acumulada por los 10 empresarios mexicanos más poderosos, fue el equivalente a lo que obtuvieron 60 millones de mexicanos. O sea, la desigualdad social que se generó ha sido inaudita e inhumana.              

El famoso “chayote”, o “gasto de mercadotecnia federal”, que cobraban informativos o periodistas de pasquines como Milenio, Reforma, El Universal y demás para “agradar” a sus jefes, mantuvo a la patria atada de manos siendo adoctrinada por plumas ad-hoc con el sistema. Pareciera que ahora se están vengando los empresarios “chayoteros” al cesar de sus nóminas a valiosas plumas imparciales o antisistema como lo han sido José Woldemberg o Lorenzo Meyer.                            

En ningún país del mundo se ha despilfarrado tanto dinero de parte del gobierno para maicear a los periódicos como ha sucedido en nuestro país, un acto sinvergüenza del régimen y de empresarios coludidos con él—en el que el gobierno exigió moderar críticas y no incidir en su contra para lograr prevalecer.  Esto se acabó en pos de la verdadera libertad de expresión. El nuevo gobierno no seguirá con este patrón de conducta y habrá que darle la bienvenida a la austeridad y a la transparencia.

Se les acabó el “chayote” pues, ni hablar. 

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