Disfrazo su tienda de cuchillos como museo de metalisteria. En realidad solo es una vitrina para vender sus productos. El ayuntamiento tiene que pagar millones para mantenerlo.

Según documentos oficiales obtenidos a través del Instituto de Transparencia, el cuchillero se apodero de una parte de la Casa de la Cultura de Sayula generando millones de pesos en perdidas y solo utilizo el recinto para poner una vitrina gigante para exponer sus productos y poder venderlos.

José Ojeda, un parásito que vive del dinero del pueblo

Desde el 2005 a la fecha, mas de 4 millones de pesos desfalcados al ayuntamiento. No paga renta, no paga luz, no paga teléfono, no paga personal, no paga ni siquiera el papel higiénico. Desde hace mas de 10 años, todas las cuentas por concepto de promoción de sus cuchillos los tiene que pagar el Ayuntamiento de Sayula. Las vitrinas de productos de José Ojeda instaladas en la Casa de la Cultura consumen mas recursos que un Banco de Sangre.

Los documentos oficiales muestran que José Ojeda no ha pagado un solo recibo de luz y tampoco ha pagado un solo salario. Y lo peor de todo. Las piezas que esta exponiendo, no son ni siquiera propiedad del ayuntamiento, sin embargo, el ayuntamiento tiene que pagar por exhibirlas.

José Ojeda fue denunciado por otros cuchilleros de Sayula

Según las quejas de otros fabricantes, José Ojeda no permite que se exhiban piezas que no sean de Ojeda. Esto a pesar de que el Museo de Metalisteria debería de ser para promover los trabajos de todos los artesanos de la fabricación de cuchillos. De las 213 piezas exhibidas en el museo, todas son de Ojeda, no existe una sola de otro artesano. José Ojeda no lo permite.

“No es justo que solo José Ojeda utilice el museo para exhibir solo sus piezas, nosotros trabajamos también todos los días con el acero, y nuestros cuchillos son igual y hasta mejores que los de José Ojeda” nos comenta Rigoberto L. conocido cuchillero de Sayula. Agrega que la competencia es desleal y exige que se le permita tanto a el como a las demás familias de cuchilleros exhibir sus piezas en el museo. Que estarían incluso dispuestos en pagar su parte para utilizar las vitrinas y el personal necesario para la exhibición.

A los demás artesanos los tratan como perros

Diversos artesanos sayulenses se quejaron también de que a ellos nunca los dejan exhibir sus productos, siendo que las tradiciones de estos tienen miles de años de actividad. Tal es el caso de el Tachihual, del cual solo se apoya un par de veces al años otorgándole 1 o 2 metros cuadrados en el portal para luego correrlos. Artesanos de insumos para Danzas Autóctonas tampoco tienen apoyo, se quejan los piteros que sus tambores no están siendo catalogados, los fabricantes de sonajas y trajes de danzante tampoco están representados. Huaracheros tienen que cerrar sus talleres, la industria talabartera esta prácticamente muerta por culpa de José Ojeda. “Basta ya de parásitos, exigimos trato justo” exclaman los artesanos llenos de enojo.