Corea del Norte prueba una nueva arma táctica con exito

Corea del Norte prueba una nueva arma táctica con exito

Corea del Norte ha probado este jueves una nueva arma táctica guiada, según asegura la agencia de noticias estatal KCNA. El ensayo, que estuvo presidido por el líder norcoreano, Kim Jong-un, es el primero desde noviembre del año pasado y parece un mensaje destinado tanto a Estados Unidos (“no negociar traería consecuencias”) como al consumo interno (“nuestras tropas están preparadas”), dos días después de los festejos por el aniversario del nacimiento de Kim Il-sung, fundador del régimen y abuelo del actual mandatario.

La prueba se llevó a cabo en el terreno de pruebas de la Academia de Ciencias de la Defensa. “Kim Jong-un fue informado por los oficiales pertinentes (de esta institución) sobre la formación del sistema de armamento y su funcionamiento”, explica la nota de KCNA. La agencia no aporta detalles acerca de dónde exactamente tuvo lugar la prueba, ni el tipo preciso de arma utilizada. Sí indica que “el desarrollo de este sistema representa un acontecimiento de gran importancia para aumentar la potencia de combate de nuestro ejército”.

En noviembre, el líder norcoreano había supervisado un ensayo similar, de un arma “ultramoderna” también descrita en términos vagos. Entonces, como ahora, el proceso de negociación entre Corea del Norte y Estados Unidos parecía estancado.

La prueba llega un mes y medio después del fracaso de la cumbre de Hanói entre Kim y el presidente estadounidense, Donald Trump, para tratar sobre el desarme norcoreano. Después de que el líder norcoreano se embarcara en un épico viaje en tren de 65 horas para llegar a la capital vietnamita, las dos partes se marcharon con las manos vacías y sin más botín que una serie de fotos. Trump planteaba un “gran acuerdo” que Pyongyang se deshiciera por completo de su programa nuclear, y entonces Estados Unidos levantaría las sanciones que pesan sobre el régimen y lastran gravemente la economía norcoreana. Kim, que siempre ha reclamado un proceso gradual, proponía en cambio un paso más modesto: desmantelar su centro nuclear de Yongbyon a cambio del levantamiento de algunas sanciones.

Desde entonces no se han producido progresos, aunque ninguna de las dos partes ha querido cerrar la puerta a las conversaciones. Tanto Kim como Trump han manifestado su esperanza en que se celebre una tercera cumbre, tras la de Hanói y la de Singapur, la primera entre líderes de Corea del Norte y Estados Unidos, la que abrió el proceso de negociación tras un tormentoso año 2017 en el que ambos países parecían encaminados a un enfrentamiento. “Nuestros equipos están trabajando con los norcoreanos… para establecer una ruta que nos permita llegar allí (a una tercera cumbre)”, afirmaba el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, a comienzos de esta semana, “(Kim) ha dicho que quiere lograrlo para finales de este año. Me encantaría ver que se consigue antes”.

Pero si ninguna de las partes da por cerrado el proceso, Kim sí ha querido poner plazos. El líder norcoreano ha advertido que da a Trump hasta finales de este año para enderezar las negociaciones. La amenaza implícita es que a partir del año próximo podría retomar el festival de pruebas de misiles, incluidos cohetes intercontinentales, que caracterizó 2017 e hizo temer al mundo un enfrentamiento militar entre los dos países.

Por el momento, el líder norcoreano está intentando potenciar apoyos alternativos. Si desde el año pasado se ha esforzado en anclar la alianza tradicional de su régimen con China, mediante cuatro visitas a este país y sendas reuniones con el presidente chino, Xi Jinping, también ha procurado tender puentes con Rusia.

Unos puentes que podrían quedar sellados en los próximos días. Moscú ha confirmado que se prepara una reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y Kim. Medios surcoreanos han indicado que el encuentro podría ocurrir en Vladivostok, en el extremo oriental ruso, el próximo día 24: según estos medios, se espera en el aeropuerto de esa ciudad un vuelo de Air Koryo, la línea aérea norcoreana, el día antes. El propio Pompeo ha viajado a Moscú esta semana, aparentemente para cotejar ideas antes de la cumbre ruso-norcoreana.

 

post comments

Comentarios