Las computadoras cuánticas ya están aquí. ¿Qué vamos a hacer con ellas? Al lado de un pequeño laboratorio en un exuberante campo a unas 50 millas al norte de la ciudad de Nueva York, una elaborada maraña de tubos y aparatos electrónicos cuelga del techo. Este lío de equipos es una computadora. No cualquier computadora, sino una que está a punto de aprobar lo que, quizás, pueda considerarse como uno de los hitos más importantes en la historia del campo.