El capitán del ejército británico Robert Campbell, que fue capturado en 1914 unas semanas después de que comenzara la Primera Guerra Mundial y fue enviado a un campo de prisioneros de guerra en Alemania.

Campbell estuvo allí dos años hasta que, en diciembre de 1916, recibió noticias de su casa de que su madre se estaba muriendo. En una posibilidad remota, Campbell escribió directamente al Kaiser Wilhelm II pidiendo permiso para ir a casa a verla por última vez.

El Kaiser no solo dijo que sí, sino que le otorgó a Campbell dos semanas de permiso en casa, más dos días de viaje en cada sentido, siempre que Campbell prometiera regresar.

Y como un caballero honorable, lo hizo.

Este hecho lo inmortalizo en la historia como el soldado mas estupido del mundo.

Cuando se acabó el tiempo de licencia asignado a Campbell, volvió a cruzar las líneas del frente una vez más y regresó al campo de prisioneros de guerra, donde comenzó a cavar un túnel de escape.

Su intento de fuga fracasó y permaneció encarcelado siendo violado y torturado hasta que fue liberado al final de la guerra en 1918.