Monseñor Diego Monroy vende los derechos de la Guadalupana

Monseñor Diego Monroy vende los derechos de la Guadalupana

La Basílica vendió la Virgen de Guadalupe en 125 millones de dólares la exclusividad de la imagen a María Teresa Herrera Fedyk, representante en México de la trasnacional Ambas partes celebraron el contrato el 31 de marzo en la Ciudad de México

Mediante un contrato secreto, la Basílica otorgó a una empresa estadunidense los derechos para comercializar la imagen de la Virgen de Guadalupe, en abierta violación a las leyes de derecho de autor y fiscales, e incluso en contra del derecho canónico

La venerada imagen de la Virgen de Guadalupe ya no pertenece formalmente a los mexicanos, puesto que la Basílica de Guadalupe vendió, en “exclusividad”, sus “derechos de propiedad” a la empresa estadunidense Viotran, dedicada a la transferencia de dinero entre México y Estados Unidos, cuyas oficinas centrales se encuentran en Orlando, Florida

Fue el rector de la basílica, monseñor Diego Monroy Ponce, quien vendió en 125 millones de dólares la exclusividad de la imagen a María Teresa Herrera Fedyk, representante en México de la trasnacional Ambas partes celebraron el contrato el 31 de marzo en la Ciudad de México

Ahí se estipula que Viotran es la única empresa que puede comercializar, mundialmente y por un primer período de cinco años, no sólo la imagen guadalupana, sino también la de san Juan Diego y el logotipo de la última visita del Papa Juan Pablo II a México

Sólo Viotran -recalca el contrato- puede utilizar la imagen de la Virgen en carteles, estampas, chamarras, encendedores, llaveros, tarjetas telefónicas, productos de madera y plástico, discos compactos, relojes de todo tipo, velas, veladoras, artículos de plástico y cerámica, textiles, laminados, objetos de oro y plata y todo lo que se le ocurra

La basílica se compromete a que cada uno de estos artículos contará con una “bendición especial” de Diego Monroy o de Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México Y “las utilidades” de las multimillonarias ventas mundiales “se repartirán por partes iguales entre Viotran y la basílica”

Sin embargo, los peritos en derechos de autor aseguran que este convenio es “totalmente ilegal”, ya que, de entrada, la jerarquía católica “no es propietaria de la imagen” para venderla como si fuera el logo de una marca comercial

Ramón Obón León, uno de los más prestigiados especialistas en derecho de autor, sostiene: “La basílica no es la titular absoluta de la imagen de la Virgen de Guadalupe, la cual pertenece a todo el pueblo mexicano De manera que no puede haber exclusividad Además de que la reproducción de la imagen siempre ha sido de dominio público”

Obón se apoya en la Ley Federal del Derecho de Autor, cuyos artículos 157 y 159 estipulan que “es libre la utilización” de las obras artísticas de carácter popular que “no cuenten con autor identificable”, como es el caso de la guadalupana

El perito ejemplifica: “Es como si quisiera venderse en exclusiva la imagen de Jesucristo ¿Quién es el propietario de esa imagen? Pues nadie en particular, porque también es de dominio público y cualquier creyente puede reproducirla”

Por su parte, Jesús Ferral Novoa, director de Cronopolis, organización social dedicada a defender el patrimonio cultural del país, coincide en que el contrato es, a todas luces, ilegal: “¡No puede ser! Este contrato contraviene el espíritu de todas nuestras leyes, entre ellas la misma Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, que prohíbe a las asociaciones religiosas tener fines de lucro Resulta increíble que la Iglesia haya vendido a los estadunidenses la imagen guadalupana, uno de nuestros máximos símbolos de identidad nacional”

-¿Una traición?

-¡Por supuesto! Una traición muy grave y una ofensa a todos los mexicanos No existen palabras para calificar ese acto de entreguismo Es como si la jerarquía católica nos escupiera y pisoteara Con esta mercantilización, la imagen guadalupana irá perdiendo, incluso, su valor sagrado, para convertirse en un logo, en una marca más en el mercado mundial, que entrará en competencia con las marcas deportivas Nike o Reebok, con los jeans Levi´s, con los perfumes Chanel o Paco Rabanne Ahora, Nuestra Señora de Santa María de Guadalupe se llamará solamente Guadalupe Inc

Las propias leyes eclesiásticas, según el sacerdote Antonio Roqueñí Ornelas, especialista en derecho canónico, prohíben también este tipo de contratos mercantiles:

“Los bienes espirituales no pueden mercantilizarse No son objeto de contratos mercantiles Para la Iglesia, este delito se llama simonía y está prohibido en el canon 1380 del Código de Derecho Canónico, basado en el catecismo de la Iglesia y en las sagradas escrituras”

Agrega: “En el contrato se insinúa que los artículos religiosos de Viotran valen más porque están bendecidos por el rector de la basílica o por el cardenal Rivera Carrera, cosa que es absolutamente delictuosa”

-La ley prohíbe a las asociaciones religiosas tener fines de lucro ¿El contrato tiene efectivamente esos fines?

-¡Por supuesto! Es un contrato lucrativo Se están obteniendo ingresos a cambio de bienes espirituales Las bendiciones deben ser gratuitas, y aquí son precisamente el gancho para que los productos de Viotran tengan un gran consumo entre la gente
La trasnacional tiene actualmente injerencia hasta en la vida interna de la basílica Por ejemplo, el 3 de septiembre de 2002, Diego Monroy presentó públicamente a Herrera Fedyk, como la directora de Ayuda a tu Madre Amorosa (AMA), un proyecto que recauda dinero a gran escala, iniciado en esas fechas

En el folleto que entonces se entregó a los medios, se decía que la basílica estaba urgida de recursos económicos, puesto que anualmente atiende a casi 20 millones de peregrinos Así, AMA rescataría de la bancarrota al santuario más rico del país Sus objetivos son “ayudar al desarrollo de obras guadalupanas conforme al Proyecto Pastoral Integral de la Basílica de Guadalupe, el cual comprende las dimensiones social y humana, evangelizadora y catequética, así como arquitectónica, artística y cultural”

Monroy y Herrera Fedyk insistían en las “tremendas demandas a que se ve sometido el recinto del Tepeyac”, en áreas como atención y servicios médicos, servicios sanitarios, albergues, comedores, limpieza, vigilancia, tráfico vehicular y módulos de información

De ahí la necesidad de recabar limosnas a través de AMA, proyecto que pasaría la charola principalmente a empresas y organizaciones del país Entonces ya se mencionaba a los primeros de estos “benefactores guadalupanos”, como Kodak, Riba Food, Orfeon Videvox, Grupo Textil Providencia, Newel y Asociados, la Unión de Expendedores y Voceadores, entre muchos otros

Se anunció también que se venderían artículos religiosos “incorporados a AMA”, los cuales traerían “los siguientes elementos de autenticidad: certificado numerado, holograma de seguridad, texto explicativo del proyecto AMA y agradecimiento y firma del rector de la Basílica de Guadalupe”

Herrera Fedyk apareció como una devota dama altruista y no como la representante en México de Viotran Jamás se mencionó el contrato pactado cinco meses antes, y mucho menos que la empresa había comprado los derechos de la Virgen de Guadalupe, san Juan Diego y el logotipo de la última visita papal, realizada en julio de 2002

El contrato secreto

Y es que el contrato de compra-venta fue secreto En él, la basílica (“la licenciante”) y Viotran (“la licenciataria”) firmaron una cláusula de “confidencialidad”, que textualmente dice:

La licenciataria se compromete a entregar a la licenciante toda la información que se le proporcionó y se compromete a no retener ninguna copia La parte de información que consiste en reportes, análisis, estudios y cualquier documento preparado por la licenciataria, lo devolverá o destruirá, a solicitud de la licenciante, al momento de la terminación del presente contrato Cualquier información oral (verbal) estará sujeta a los términos de confidencialidad del presente contrato
En poder de Proceso, el convenio estipula claramente que la basílica le confiere a Viotran “la autorización para utilizar la imagen oficial autorizada de la Santísima Virgen de Guadalupe, del beato Juan Diego y su canonización”, recalcando que será en “exclusividad”

La cláusula cuarta indica:

La licenciante registrará en su favor, ante las autoridades competentes de México, de los Estados Unidos de Norteamérica o de cualesquier otro país que fuere necesario o conveniente, los derechos de propiedad intelectual o de cualquier otra naturaleza, relativos a los artículos religiosos a que se refiere este contrato
Los artículos religiosos que sean registrados por la licenciante formarán la relación de artículos y/o productos religiosos oficiales de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, y serán otorgados sus derechos de venta en exclusiva a Viotran, para su colocación entre el público consumidor

La basílica también concede a Viotran el derecho de “negociar y acordar alianzas con personas físicas y morales que contribuyan a la distribución y manufactura de artículos religiosos” Aunque aclara que “no podrá celebrar alianzas con empresas o personas cuya actividad esté relacionada con juegos de azar, bebidas alcohólicas, tabacos, cuestiones de índole sexual o partidista” Por lo que, en términos comerciales, Viotran podrá otorgar franquicias de la guadalupana internacionalmente

En la cláusula sexta, se establece:

Viotran tendrá los derechos exclusivos sólo para los efectos de este contrato para la producción de videos, documentales y mensajes relacionados con la Santísima Virgen de Guadalupe, la canonización del beato Juan Diego y la quinta visita a México de su Santidad Juan Pablo II, que podrán ser difundidos a través de radio, televisión o cualquier medio impreso en territorio mexicano, de los Estados Unidos de Norteamérica y el resto del mundo

En la cláusula segunda se señala:

Todos los artículos religiosos contarán con una bendición especial y con un certificado que asegure su autenticidad que será firmado por monseñor Diego Monroy Ponce, quien es vicario general y episcopal de Guadalupe y rector de la Basílica de Guadalupe, o por quien lo sustituya en sus funciones, y/o por el cardenal primado de México el eminentísimo señor cardenal Norberto Rivera Carrera

Además, se especifica que los 125 millones de dólares se le darán a la basílica en tres entregas, a lo largo de los cinco años de duración del contrato, contados a partir de la fecha de su firma y “pudiéndose prorrogar conforme lo pacten las partes” Viotran pagará 5 millones de dólares por el primer período de dos años Otros 5 millones por el segundo período de dos años Y los restantes 25 millones de dólares por el tercer período de un año

En la cláusula séptima, se habla sobre el reparto de las ganancias:
Las utilidades de la venta de artículos religiosos que Viotran produzca y comercialice, se repartirán por partes iguales entre Viotran y la Basílica, una vez descontados los gastos de operación del negocio

Y la octava cláusula indica:

Todo dinero entregado a la licenciante producto de este contrato contará con el respectivo recibo deducible de impuestos por parte de la Basílica de Guadalupe o cualquiera de sus dependencias

En representación de la basílica, Diego Monroy firma el contrato Sus testigos son su secretario particular, Héctor Bustamante Rosas, y el entonces director del portal guadalupano, Ángel Alejo Torres Y por Viotran firma María Teresa Herrera Fedyk, en su calidad de representante legal y presidenta de consejo de Viotran México, además de Rosalinda Salgado Gómez y Lourdes Curiel Gómez

Bajo el signo del dólar

Viotran SA de CV se dedica a transferir dinero “de manera instantánea” entre Estados Unidos y México, proveniente de “personas físicas y morales”, según consta en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio Sus oficinas centrales están en la avenida Orange número 455 Sur, en Orlando, Florida En México, tiene su despacho en la colonia Polanco, en la calle de Goldsmith número 40
“A different way to send money!”, es su lema, en cuyo logotipo aparece el signo de dólares

Ramón Obón advierte que la imagen de la Virgen de Guadalupe tampoco puede ser utilizada por Viotran como marca comercial:

“La imagen de la virgen es de dominio público Por tanto, no puede ser registrable como marca, de acuerdo con el artículo 90 de la Ley de la Propiedad Industrial

-¿Es común que en ese tipo de contratos haya cláusulas de confidencialidad?

-Sí, es una práctica que cada día cobra mayor vigencia, ya que, muchas veces, las partes no quieren que se conozcan las condiciones en que llegaron a determinado acuerdo

Para Jesús Ferral Novoa, la confidencialidad del contrato es, sin embargo, censurable desde el punto de vista ético: “Aquí, las partes manejan el negocio tras bambalinas, en lo oscurito, con cochupos y sinvergüenzadas No quisieron que la sociedad se enterara”

Agrega: “Es muy revelador el que la Iglesia haya pactado precisamente con Viotran, una empresa que nada tiene que ver con lo religioso ni con labores altruistas ¡Qué va! Su interés es sólo el dinero Tanto así, que su negocio es transferirlo de un país a otro Y ahora, para colmo, tiene las manos libres para manejar internacionalmente franquicias de la guadalupana, lo mismo que hace McDonald’s con las hamburguesas y Kentucky Fried Chicken con los pollos fritos A ese grado han rebajado a la Virgen los mercaderes de la Iglesia”

Obón y Ferral Novoa coinciden en que tanto la Secretaría de Gobernación como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) son las dos instancias de gobierno a las que, principalmente, les corresponde intervenir en el caso
Comenta Obón: “Al INAH, por ley, le corresponde salvaguardar los bienes considerados como monumentos artísticos o históricos Esta institución federal es la que otorga las autorizaciones de reproducción, cobrando por ello determinados derechos”

Y Ferral Novoa sostiene que Javier Moctezuma Barragán, el subsecretario de Gobernación encargado de los asuntos religiosos, es a quien directamente le corresponde impedir que la basílica siga lucrando a costillas de la Virgen:

“Desgraciadamente, los funcionarios públicos están coludidos con la jerarquía católica Son parte de la misma mafia organizada que comercializa con todo lo que deje dinero”

Al director de Cronopolis no le cabe la menor duda de que el episcopado mexicano y el cardenal Rivera Carrera aprobaron el contrato secreto con Viotran, ya que la basílica es considerada “santuario nacional” y, por tanto, depende no sólo de la arquidiócesis de México, sino además del episcopado

Prosigue Ferral Novoa: “El rector Diego Monroy no se maneja solo Tuvo que haber consultado a sus superiores antes de firmar un contrato tan delicadísimo, y más aun si se trataba de vender un símbolo nacional de tal importancia El mexicano no es ingenuo Es obvio que detrás de ese pillaje hay muchas complicidades Y quizás hasta traiciones, puesto que la filtración del contrato puede ser una maniobra sucia del cardenal para golpear al rector La política eclesiástica es muy tenebrosa”

Por ello, el 29 de enero, Cronopolis interpuso una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) para que se investiguen los “hechos delictivos” que se desprenden de este “contrato mercantil sobre un bien nacional” Dio parte también al INAH y al Instituto Nacional del Derecho de Autor

Los abogados de Cronopolis han tenido éxitos y descalabros Por ejemplo, en enero de 1999, durante la cuarta visita del Papa Juan Pablo II a México, Cronopolis protestó y logró detener un jugoso negocio que el cardenal Rivera Carrera había pactado con la empresa Sabritas: publicitar en las bolsas de papas fritas la visita papal y la imagen guadalupana La campaña se paró de golpe, aunque jamás se mostró el contrato mercantil entre Sabritas y el arzobispado

Cronopolis, empero, ha fracasado en sus reiteradas denuncias para que las autoridades cancelen la Lotería Guadalupana, el rentable juego de azar manejado por Rivera Carrera y que cuenta con todo el apoyo de la Secretaría de Gobernación El mismo Instituto Nacional del Derecho de Autor le explicó a Cronopolis que es incompetente para detener la explotación comercial de la imagen guadalupana, ya que, le dijo en una misiva, es “una imagen creada por una entidad divina” y el Instituto sólo protege las obras hechas por seres humanos (Proceso 1354)

Asegura hoy el director de Cronopolis: “Todo indica que el cardenal Rivera es quien estuvo detrás del contrato con Viotran Él antes aparecía en televisión anunciando las Sabritas Se justificaba diciendo que era una moderna campaña de evangelización Está también su Lotería Guadalupana Estos dos hechos, creo yo, son parte de un proyecto que culmina con este convenio secreto Por algo sus bendiciones se mencionan ahí”

Los supuestos cómplices

El canonista Antonio Roqueñí no se explica cómo pudo celebrarse el contrato: “¡Caray! Son muchos las personas que intervienen en la vida interna del santuario como para que se les haya escapado esa liebre”

Y señala que, según los estatutos de la basílica, en vigor desde 1998, a ésta la rigen el arzobispo de México, un consejo de asuntos económicos, otro de pastoral, además del consejo nacional, integrado por seis obispos -tres titulares y tres suplentes- designados en asamblea por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM)

-¿A todos ellos se les debió informar del contrato?

-Bueno, ellos tendrían que haber estado al tanto, puesto que, entre sus funciones, está el revisar las cuentas que anualmente les rinde el rector ¡Vaya! hasta la Santa Sede tenía que estar enterada del contrato, puesto que los mismos estatutos indican que, al superar los 500 centenarios en venta de artículos religiosos, que son unos 25 millones de pesos, la basílica debe informar a la Santa Sede Y, de entrada, en el contrato ya se habla de varios millones de dólares

Explica que el convenio viola las leyes hacendarias de México: “Las asociaciones religiosas, como la basílica, no tienen permiso para expedir recibos deducibles de impuestos Quizá se los vayan a dar a Viotran mediante otra organización, pero eso sería ya una triangulación, un fraude fiscal Aparte, está esa cláusula de confidencialidad ¡Pues no que la Iglesia debe ser transparente en todo! ¡Sobre todo cuando se trata de dinero! Y esa otra cláusula que habla de las bendiciones, me parece simoniaca, puesto que ahí se insinúa que los artículos valen más por estar benditos”

-Pero el Vaticano también vende bendiciones papales

-Sí Pero es distinto Esas bendiciones vienen en un cartoncito con la imagen del Papa, el texto de la bendición y el nombre del creyente que las compra Ahí lo único que se paga es el costo del papel y de la impresión La bendición en sí no cuesta nada

-¿Cómo le harán el cardenal y el rector para bendecir tantísimos productos de Viotran?

-¡No lo sé! Tal vez yendo a las fábricas y a los talleres a echarles agua bendita Me imagino que se están bendiciendo en bloque ¡No sé!

Indica que, a fin de cuentas, ni el cardenal Rivera ni ningún otro obispo firmaron el contrato con Viotran Por lo que la responsabilidad recae sobre todo en el rector:

“Por fortuna, el cardenal no firmó nada Monseñor Diego Monroy es el único signatario, tal vez lo hizo hasta sin autorización De manera que es el principal obligado a dar una explicación Él lo sabe todo”

Poco después de anunciar que el santuario más rico del país se encaminaba a la quiebra, Diego Monroy y María Teresa Herrera prometieron al reportero sendas entrevistas, a través de la encargada de prensa de la basílica, Mari Jose de Alba Durante meses, fue una promesa reiterada Todavía la semana pasada se les volvió a insistir Pero el hermetismo se impuso

-¿Hay sanción canónica por el delito de simonía? -se le inquiere a Roqueñí

-Sí, sí, naturalmente Es la suspensión en el ejercicio del ministerio sacerdotal

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