Humillado en television nacional Alfaro se DOBLÓ ante AMLO

Humillado en television nacional Alfaro se DOBLÓ ante AMLO

Sudando copiosamente -en la pantalla se veían escurrir gruesas gotas sobre la amplia frente, que constantemente se limpiaba-, Enrique Alfaro Ramírez terminó por arrojarse a los brazos de Andrés Manuel López Obrador, poco más de un mes después de haberlo acusado de estar detrás de las manifestaciones del 4 de junio pasado.

El gobernador de Jalisco clamó: “Hoy más que nunca Jalisco necesita de su presidente…; se olvidó de su “refundación” y se manifestó impulsor de la Cuarta Transformación, ofreció respaldar el proyecto de nación de Andrés Manuel y coincidió con los morenistas del país y los 30 millones de ciudadanos que votaron por él, en que López Obrador representa “la esperanza de millones de mexicanos”.

Y luego -como ayer lo hizo Diego Sinhue´Rodríguez, el gobernador panista de Guanajuato-, “de frente y con respeto”, como escribió en sus redes sociales, Enrique Alfaro Ramírez se “dobló” ante la figura presidencial:

“Asumo con entereza y humildad la responsabilidad de corregir lo que yo he hecho mal. Usted tiene mi respeto y mi aprecio, y sé que Jalisco contará con su presidente…”.

Al inicio de su discurso, Enrique Alfaro planteó:

“Por todo lo que ha pasado en las últimas semanas, estoy consciente de que escuchando este mensaje hay personas que apuestan a que este será un discurso de confrontación que ponga de manifiesto las diferencias que nos han alejado. Otros, por el contrario, imaginan tal vez que mi mensaje implicará un acto de sometimiento como única salida para volver a contar con su respaldo en momentos difíciles. Sin embargo, tengo que decir que no tomaré ninguno de esos caminos…”.

Pero en su costumbre de decir una cosa y hacer otra, sus palabras demostraron que decidió tomar el segundo camino, no obstante que pretendió justificar el sentido de algunas de sus frases al señalar que “sé que podemos distinguir la congruencia de la bravuconería, entre la firmeza y las ganas de pelear (…). Tener diferencias en la manera de ver algunos temas no significa que seamos enemigos…”.

Y en los temas controvertidos, como el pacto fiscal o la controversia constitucional contra el decreto de López Obrador sobre las energías renovables, siempre trató de justificarse con un “lo digo siempre con respeto” o un podemos “resolverlo dialogando”.

Su postura de impulsor de la Cuarta Transformación la manifestó cuando dijo: “Queremos apoyarlo desde Jalisco en el proceso de transformación que usted encabeza”, y aunque aseguró que “coincidimos en la necesidad de desmantelar el viejo régimen”, su gobierno en Jalico ha sido una réplica de todos los vicios -legales e ilegales- de ese viejo régimen, como la corrupción, el amiguismo, el compadrazgo, los “moches”, el “no pago para que me peguen”, el favoritismo a empresas consentidas, etc.

Su respaldo al Proyecto de Nación del lópezobradorismo y su coincidencia con que Andrés Manuel es la “esperanza de México”, Enrique Alfaro lo manifestó con las siguientes palabras cuando pidió voluntad para encontrar una salida a los desacuerdos. Dijo:

“Voluntad de nuestra parte para respaldar el proyecto de nación que usted encabeza y que representa la esperanza de millones de mexicanos…”.

Luego de éstas palabras, ¿qué armas le deja Alfaro Ramírez a los legisladores federales -diputados y senadores-, de su partido Movimiento Ciudadano para actuar como oposición frente a las decisiones de López Obrador si todas ellas obedecen a ese Proyecto de Nación de la 4T que el gobernador de Jalisco le dijo que quiere respaldar?

Por último, fue tal entreguismo de Alfaro a López Obrador que se le olvidó que su obligación de informar sobre lo que sucede en Jalisco es primeramente a los jaliscienses, pues cuando se le pidió revelara la información que dijo tener sobre lo sucedido el 4, 5 y 6 de junio en lo que involucró al propio presidente, a su gente cercana y a los morenistas, respondió:

“Le voy a entregar al presidente y él lo va a revisar. Aquí traigo la información de lo que pasó. Es un informe para el presidente, no para seguir alentando el debate…”.

Así, pues, en esta visita presidencial en la que, efectivamente, pudimos distinguir la “congruencia de la bravuconería”, el gobernador Enrique Alfaro demostró que su postura siempre es la misma: “cuadrarse” ante la figura presidencial.

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