El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este viernes el estado de emergencia en California debido a los grandes incendios forestales que azotan el territorio, los cuales han dejado al menos 9 muertos y provocado la evacuación de al menos 150 mil personas.

La medida implica la asignación de fondos federales a las autoridades locales para combatir el fuego y sus consecuencias, informan medios locales.

El mayor fuego que azotan California  y el único ha arrojado víctimas fatales es el bautizado como "Camp Fire", en el norte del estado, que en 24 horas ha arrasado 28.000 hectáreas y ha quemado gran parte de la localidad de Paradise, de 26.000 habitantes a  280 kilómetros de San Francisco.

En rueda de prensa el el director de la Oficina de Servicios de Emergencia de California, Mark Ghilarducci informó que la magnitud de la destrucción que estamos viendo es desoladora. Sabemos que hay víctimas mortales.

Ghilarducci indicó que cinco de los nueve cuerpos fueron hallados en el interior o fuera de sus vehículos, calcinados cuando trataban de huir del incendio por carretera, otros tres se encontraron fuera de sus residencias y una última en el interior de una vivienda.

Otros dos fuegos de menor tamaño arden en el sur del estado. Uno de ellos afecta la ciudad de Malibú, conocida por ser el lugar de residencia de varios famosos, y la de Thousand Oaks, donde la noche del miércoles se produjo un tiroteo en un bar en el que fallecieron trece personas.

Los tres incendios se han propagado con suma rapidez a causa de la poca humedad del terreno y de los fuertes vientos, en el sur de California.