El PRI, PAN y PRD quieren entregar el Litio a los españoles.

El PRI, PAN y PRD quieren entregar el Litio a los españoles.

por: Manuel Hernández Borbolla

La generación de energía es un sector estratégico y fundamental para el desarrollo de cualquier país. Tal afirmación parece una obviedad, pero por increíble que parezca, es necesario recordarla luego de que a lo largo de la era neoliberal se hizo hincapié en que el sector energético debía quedar en manos de la iniciativa privada bajo una lógica de negocio, antes que como un  tema de seguridad nacional.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió al Congreso una entrega más de su contrarreforma eléctrica y de inmediato generó reacciones entre los sectores de la oposición. El objetivo es devolverle facultades a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) luego de que la reforma energética impulsada por el PRI y PAN, fragmentaron a la compañía eléctrica con el objetivo de ir entregando a compañías privadas todo lo relacionado a la generación de energía.

No es la primera contrarreforma eléctrica que se produce en este sexenio, pero en esta ocasión, destaca además la propuesta de nacionalizar el litio. Este mineral, clave para la fabricación de baterías para equipos electrónicos y automóviles eléctricos, se ha convertido en un objetivo de grandes potenciad que buscan sustituir la matriz petrolera por el de las nuevas tecnologías.

«Tratándose de minerales radioactivos, litio y demás minerales considerados estratégicos para la transición energética, no se otorgarán concesiones», señala el punto medular del texto propuesto por López Obrador.

El Gobierno federal se ha comprometido a respetar las concesiones otorgadas en el pasado, siempre y cuando, las empresas demuestren que han iniciado trabajos de exploración o explotación de yacimientos de litio, con el objetivo de que no se utilicen los títulos con fines especulativos.

Un informe del Servicio Geológico de EE.UU., publicado en 2021, señala que México se ubica en la novena posición a nivel mundial en reservas de litio, con 1.7 millones de toneladas.
De ahí la importancia de preservar el litio como un recurso estratégico de la nación, en lugar de entregarlo a compañías extranjeras con fines de lucro.

Pese al rechazo de la derecha, la propuesta de López Obrador ha encontrado eco en un sector importante de la población, que mira con buenos ojos que el Estado recupere la rectoría del sector energético, vital para el desarrollo del país. Una lección que, de hecho, ha quedado de manifiesto en la actual crisis energética por la que atraviesa Europa.

La manera en que se dispararon los precios del gas en las últimas semanas, ha ocasionado el riesgo latente de apagones masivos en varios países europeos. La crisis en España se extendió a otros países como Alemania, donde el gobierno ha pedido a la población tomar precuauciones ante el posibles cortes de suministro eléctrico para calefacción previstos para el invierno.

Una situación de crisis que evidencia el riesgo de depositar un sector clave en manos de empresas privadas, cuyo objetivo primordial es acumular ganancias.

El escenario actual, ha terminado por desfondar la falta de argumentos del bloque opositor, que cuando ejerció el poder, se dedicó a entregar los bienes nacionales al mejor postor.
Aunque los efectos de esta contrarreforma eléctrica puedan ser visibles hasta dentro de algunos años, la trascendencia de recobrar el control del sector energético ayudará a sentar las bases para un posterior desarrollo de México.

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