No es la Luna ni el planeta Marte, es Michoacan

No es la Luna ni el planeta Marte, es Michoacan

Un recorrido aéreo en el Cerro del Tecolote, en Zacapu; el Cerro de San Rafael, en Tacámbaro, y Zirahuén, muestra las zonas más devastadas por los incendios forestales, los cuales son provocados para la instalación de huertas de aguacate.

Hasta el 11 de mayo de este año, los siniestros habían afectado 10 mil 369 hectáreas de bosque, por lo que la entidad se colocó en el segundo lugar a nivel nacional con más catástrofes de este tipo.

El gerente estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Osvaldo Fernández Orozco, señaló que en esta temporada, en la entidad se registran hasta 18 incendios diarios, de los cuales el 90 por ciento son provocados.

¿Por qué?

A la fecha se estima que hay más de 160 mil hectáreas de este fruto, de las cuales 90 mil fueron instaladas legalmente hasta 1990, es decir, casi la mitad son irregulares.

Una de las afectaciones más grandes del cambio de uso de suelo es el agua, pues la mayor parte se desvía para el riego de cultivos, principalmente para aguacate y frutillas, lo que está afectando severamente la recarga de acuíferos, disminuyen los arroyos y los ojos de agua naturales.

El investigador del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (Inirena) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Alberto Gómez Tagle Rojas, señaló que sólo en Morelia, la creciente demanda de aguacate y la falta de planeación de su producción ha provocado que el 25 por ciento de la captación de este líquido se pierda. 

Anualmente, la entidad pierde hasta 35 mil hectáreas de bosque, sólo para el cambio de uso de suelo y tala clandestina.

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